La hipersensibilidad dental es una sensación dolorosa temporal causada por la exposición interna del diente ante estímulos externos. Pueden ser estímulos de muchos tipos, térmicos, ante bebidas frías o calientes, o químicos ante sustancias dulces, ácidas, etc. Pero lo cierto es que rara vez están asociados a alguna otra enfermedad dental.
Es un problema habitual en personas adultas, se estima que una de cada siete la sufre, y si no se trata puede derivar en otras patologías más serias, como caries o enfermedades periodontales. Muchas personas que lo sufren no saben que es un problema que tiene solución. Existen productos específicos para el tratamiento de la sensibilidad dental, que ofrecen una acción desensibilizante para proteger dientes y encías ante estímulos externos.
Además, a continuación os dejamos una serie de consejos para el cuidado de los dientes sensibles:
En primer lugar y lo más importante de todo, realiza una buena higiene bucal diaria. Si cuidas tu boca correctamente cada día, evitarás patologías que puedan derivar en problemas mayores.
Utiliza una pasta para dientes sensibles con agentes desensibilizantes que ayude a proteger de los estímulos externos y que incorpore componentes específicos que obturen los túbulos dentinarios y reparen el esmalte dental. Haz uso de un colutorio específico para dientes sensibles, que complementa la acción de la pasta y permite mantener los principios activos más tiempo en boca.
Cambia tu cepillo de dientes por uno con filamentos suaves, para una higiene bucal delicada. Cepilla los dientes cuidadosamente sin hacer más presión de la necesaria.
Toma una serie de medidas dietéticas, como evitar los alimentos ácidos (zumos o bebidas de naranja, manzana, yogurt, etc.), bebidas o alimentos muy fríos o calientes.
Corrige malos hábitos como el uso de palillos, cortar hilo con los dientes, o fumar en pipa. Si, después de ciertos cuidados notas que no hay mejoría, consulta con tu odontólogo en cuanto te sea posible para que tengas un diagnóstico preciso sobre tus dientes.